Estimados lectores, de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda todo lo esotérico. La gente parece que padece una falta de creencias y busca sin cesar. El primer paso está dado, ellos buscan, pero no todo es tan perfecto.
El buscador no solo debe buscar, debe asimilar lo encontrado, debe transformarse interiormente, estudiar y por supuesto, irradiar hacia el exterior todo lo aprendido. De nada sirve un maestro, un sabio, si su conocimiento no se trasmite.
Pero dejemos este último tema para posibles futuras entradas, lo que nos interesa ahora es la manera de enfrentarse a esa inquietud que muchos sienten en su interior. Podemos clasificar a la gente en varias categorías
- El decidido
- El que no se atreve
- El que pasa de todo
- El que no acepta nada
1) El decidido: Denomino como decidido a aquel que ante la inquietud de conocer algo más se preocupa de investigar como lograr su objetivo y se aplica en ello. El resultado final es un cambio interno modificando su ser más íntimo, caminando hacia el conocido axioma “Conócete a ti mismo”.
Estas personas eligen un camino que no es fácil, que exige un estudio, trabajo, sacrificio..en definitiva, dedicarse en cuerpo y alma a auto-descubrirse y auto-realizarse. Estos son minoría y no es de extrañar, en el propio Kybalión se puede leer ” No arrojéis perlas a los cerdos” indicando que el conocimiento no puede darse más que a quien realmente lo busca. Si uno lo da a todo el mundo acaba por ser pisoteado al no reconocer su valor.
2) El que no se atreve: Podemos comprobar que existen personas que aún queriendo cambiar no hacen nada para ello. Se inventan siempre disculpas del tipo: no tengo tiempo, no vale la pena… sin darse cuenta que el conocimiento no viene, no es un inspiración, el conocimiento se encuentra y se muestra a quien lo busca. Del mismo modo que uno necesita salir a buscar un trabajo, a buscar su pareja.. necesita buscarse a si mismo, el camino lo ha de recorrer uno mismo.
Algunas de estas personas llegan a comenzar su andadura, pero ante el poder de sus dudas acaban por dejarlo. Están cerca de convertirse en caminantes, pero les falta aún vencer sus miedos. Estes son muchos.
3) El que pasa de todo: Existen personas que prefieren seguir en su mundo que intentar cambiar o buscar la luz. Para aquellos que conocen la película Matrix estará claro lo que digo: la mayoría prefieren una vida perfecta sin preocupaciones que conocer la verdad y luchar por ella. El libro albedrío da lugar a ello. Por desgracia para los buscadores de la Verdad este tipo de personas son la mayoría. No niegan la existencia de otros caminos de auto-realización, pero prefieren seguir en su comodidad.
4) El que no acepta nada: Finalmente existen personas que no solo pasan de todo como las anteriores sino que pelean y se oponen a los caminos del buscador. Ven en ellos a enemigos inexistentes pero que, según ellos, son un peligro para la sociedad. En cierto modo puede que tengan razón ya que los buscadores tratan de mejorar a la sociedad a través de sus conocimientos; pero muchas veces la gente solo quiere ser feliz, vivir en su mundo. Por suerte con muy pocos estes fanáticos, pero existen.
Estes cuatro tipos serían mis clasificaciones en el camino de los buscadores; y tú ¿En que grupo te encuentras? Recuerda que solo tu eres quien de cambiar tu vida y convertirte en un buscador. El camino no es fácil, nadie saldrá a tu búsqueda, pero recuerda el gran axioma hermético: “Cuando el discípulo esta listo siempre aparece el maestro“
por Mario Lopez
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