Hace algunos años nuestro gobierno reúne a jóvenes de bajos
recursos provenientes de villas miserias, y el objetivo era poder hablar de la problemática
en los barrios y consensuar políticas de mejoramientos. Claro todo circulaba en
torno a cloacas, agua potable, comedores, chapas. Claro el gobierno no solo se encontró
con pedidos muy atendibles sino que un joven sorprendió sobremanera al
funcionario que cómodamente ocupaba la cabecera de la mesa.
“En el barrio se necesita un albergue transitorio”… el
silencio invadió la sala de reuniones, hasta que saltaron la carcajadas de
funcionarios que entre risas y mas carcajadas insultaban al joven, que no solo
era un muy buen pedido sino que además le daba sustento a la reunión… quienes
viven en villas miserias saben que por cada gran tormenta o en épocas de
elecciones llegan chapas, agua, luz y colchones.
El muchacho no se inmuto y continuo, siendo aun más claro
con su pedido… en mi barrio las casa no cuentan con las comodidades básicas,
normalmente solo cuentan con cuatro paredes, en ellas normalmente vive una
pareja y con mucha suerte un hijo… ahora si ese hijo crece, seguramente tratara
de trabajar y estudiar como lo hicieron uds, pero al tener que colaborar con la
mantención de lo poco que se tiene, muchos de nosotros no tienen mas de lo necesario
en el bolsillo como ser para el boleto…
El funcionario apoltronado en su cabecera, ya sin sonrisa, lo
mira directamente a los ojos y le dice con tono severo “la petición vine con jacuzzi
y plasma”. El que ríe ahí es el joven y logro mas silencio que antes… y
contesta que no sabía que la reunión era para pedir ya que de ser asi vendría con
una lista aun mas grande… el comento que solo los jacuzzis los había visto por televisión
y de los gordos, ya que tanto el como los de sus allegados eran de los tv
gorditos…
Y dio una charla más que clara de su insólito pedido, el
comento que en los barrios hay una realidad que no se mira pero que es
necesaria a fin de tonar en serio una problemática que los aquejan no solo a
ellos sino a toda la sociedad… muchos de los encuentros sexuales se dan de
madrugada en lo sórdidos pasillos, ya que no es posible utilizar sus modestas
viviendas, ya que ante la falta de trabajo al menos uno de los integrantes de
la familia estaba en la casa, sumado y un problema de profilaxis de tener que
tener prácticas sexuales dentro de los pasillos, donde se carece de toda
higiene, y que los anticonceptivos a los cuales ellos tienen acceso (preservativos
que se dan en forma gratuita en los hospitales públicos) en muchas ocasiones se
rompen… para quien pueda imaginar una práctica sexual en los pasillos el
despliegue físico es tremendo teniendo que asumir la posición más apta de
acuerdo al lugar, y ahí todo se agrava ya que la pareja en cuestión hace todo
cuanto sea posible por no tener un hijo no deseado…
El silencio reino en la sala de reuniones… un pedido de tal
tamaño, implicaba una solución medica, que ningún profesional médico había tratado
hasta el momento, las charlas de educación sexual tendrían sentido, y porque no
decirlo, el pedido era más que lógico y atendible.
Este relato no es de primera mano, sino que llego a mi por
una persona que hizo trabajos sociales por mucho tiempo y formo parte de la reunión,
esta persona si bien estuvo de cerca ante el problema nunca lo había analizado
de esa manera, nunca le había dando la magnitud del asunto.
El joven no se sabe si por pudor, porque ya había dicho todo lo necesario, dio
las gracias por ser convocados, y se retiraron. Quedaron solo los funcionarios
y otros invitados, que no solo no dijeron nada, sino quedaron atónitos ante ese muchacho que
ninguno recordó su nombre.
El funcionario burlón de la cabecera de la mesa tomo como
mas que valido su pedido, se sabe que trato ante sus superiores con un análisis
veras y elocuente ante todos los problemas planteados, y que había visitado la
villa miseria acercándose a la parroquia tomando mas y mas datos.
Se saben muy pocas cosas mas de esa reunión, nunca se instalo
un albergue transitorio, si que el funcionario luego de 6 meses apabullado de
la irrealidad que se manejan en las oficinas de gobierno decidió renunciar a su
puesto.
Existe un discurso nefasto acerca de la gente que habita las
villas miserias, las frases se repiten, se repiten pero no existen soluciones
tajantes y realistas. Se hablo y se sigue hablando de irrealidades tremendas, “la
urbanización de la villas miserias”, es como dar chapas y colchones, que por mas linda urbanización nunca lograran
que una ambulancia acceda a las villas miserias, ya que no entran por sus
diminutas calles, pasillos o el nombre que se le quiera dar. Un gesto político lindo,
pero que no sirve en nada a darle dignidad, seguridad, y confort a toda esa
gente que padecen esos problemas, como entender a alguien que no vive esa
realidad, como se puede ser espectador frívolo de todo esto. Como no entender
que la droga es un punto de fuga ante
los problemas, y que precisamente es en esos lugares donde la droga hace
estragos.
Cuando cuento esta historia, siempre aparecen comentarios
despectivos ante el joven que no conocemos su nombre, y también el silencio
rotundo al concluir el relato, la soberbia, nuestra superioridad intelectual
(aparente sin lugar a dudas) nos lleva a cometer los peores errores y la descalificación
ajena como padeció este buen muchacho.
Esta charla, provoco en mi un gran cambio, escuchar con atención
siempre, las soluciones por locas y descabelladas que puedan ser serian
soluciones sumamente importantes para muchos.
APRENDAMOS A ESCUCHAR CON RESPETO.
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