Nuestro país por décadas y décadas decae económico, cultural
y socialmente. Esto es sabido a gritos. Y todos aquellos que tuvieron la
posibilidad resguardaron sus esfuerzos en el billetito “verde”. Y no es nada
reprochable, al fin de cuenta todos protegen sus bienes con la forma que tiene
a su alcance. Los Argentinos navegamos en la inmensa incertidumbre de la
inflación, y no como único problema,
porque en sí, hay muchos más.
Es tanta la locura que la gente en una inmensa mayoría ni
siquiera sabe, comprende y sabe cómo actuar. En una charla hablando de economía
con un amigo dije una frase que termino en una orgia de risas difícil de olvidar, dije “la Argentina se tiene que volver
un paraíso fiscal al estilo Monaco o Caiman”… la respuesta fue rotonda… estas
loco… fue la respuesta, la Argentina exporta granos, vacas, hay médicos, la
gente acá se esfuerza mucho como para que vivamos de la privacidad de
delincuentes que quieren pagarnos con unos mangos… estas loco.
Claro, sabía que era una respuesta que iba a tener, pero que
vacas, granos, profesionales, o trabajadores nos iban a sacar de este
descalabro, porque acá muchos acusan a temas antes mencionados, pero nadie hace
nada, porque nadie sabe cuál es la realidad que nos impera.
La realidad señores es la misma de siempre, se gasta más de
lo que se tiene y la gente quiere y merece hacer lo que quiera con sus bienes,
porque al fin de cuentas el fin único en esta vida es ser “feliz”, como sea,
viajando, gastando, consumiendo, ahorrando, estudiando, como sea, pero eso debe
ser así.
Es como el chiste de la tarjeta de crédito, si gastas más de
la cuenta, vas a tener terribles problemas, y si haces lo mismo con empleados
públicos mal incorporados al Estado ocurre lo mismo. Terminan siendo un mal que
no se salda más.
Tengo en ocasiones la humorada de decir que soy como Yabran,
con mil trabajos encima pero sin un solo peso, y no tengo una foto en la
revista Caras caminando por la playa, y así estamos muchos…
Argentina debe asumir la realidad que es un país pobre de
hace años, y la mediocridad política debe asumir la realidad de hacer lo que
debe, ser eficiente y no caer en pasos ya dados… sino volvemos a caer en el
mismo pozo.
En Argentina se hizo y se dijo bastante, siempre dentro de
un marco tibio donde los resultados nunca aparecen, y recuerdo que desde chico,
se daban subsidios al campo por inundaciones, se cortaban rutas por
retenciones, el empresariado pidió siempre dólar alto con el único fin de poder
exportar, los trabajadores se precarizaban mas y mas, y en cada crisis la gran
respuesta termino siendo mas ajuste al los sueldos, donde nunca se dio aumentos
salariales de acuerdo dentro de un marco de tasa inflacionarias… y mas y mas
pasando de una punta a otra.
Las medidas eran y siguen siendo tan ridículas como estériles,
y lo más absurdo, “hacemos aunque podemos equivocarnos…” una ridiculez tan
cruda como un insulto abierto y a la cara, se echan culpas a gobiernos pasados.
Seguramente esta gente solo lo puede decir “ESTO” trabajando solo para el “Estado”,
porque de hacerlo en el sector privado seria echados por ineptos.
Es decir se acepta por liberal a un proteccionismo
camuflado, se intenta ser socialista con un con un chomba Americana. Es decir más
y más ridiculez.
Sueldo de calidad solo están en gran medida en el sector público,
es decir sobre la canasta básica, el resto debe pelear con más y mas esfuerzo,
es decir con más impuestos, y la categoría
no importa si son directos o indirectos, todos golpean.
La gente se olvida, pero yo me acuerdo cuando se fomentaba
las economías regionales, y allí la justificación de una pista de aviones
internacional en “Anillaco” y hasta donde se sabe, se exporta aceitunas de la
famosa localidad. Y todas y cada una de las empresas privatizadas, donde la administración
publica brinda los materiales necesarios, las inversiones, y la parte privada…
bueno… busquemos de quien es el negocio.
La ecuación es más que lógica y relevante, una vaca no puede
tener cinco terneros juntos, y no todos pueden estar colgados de la misma vaca.
No se trata de ideología, el bienestar de la gente no puede
ser asociado a la derecha o a la izquierda, solo hay que hacer ahorro en
nuestro gobierno, buscar calidad en sus profesionales, y cumplir el reglado
legal… “el concurso publico de cargos públicos”.
Voy a relatar el gran golpe que viví en enero de 2018… por
trabajo, me vi obligado a ir al banco durante todo el mes, claro está iba al
banco no porque me agrade ir al banco, sino por mi trabajo, y por el
incumplimiento de un funcionario público que no hacia o mejor dicho que no cumplía
con sus funciones, es decir con su trabajo… día tras día, a medida que entraba
tanto en el banco Nación como el banco Macro separado por unos pocos metros uno
de otro, en el “Dorado” provincia de Misiones, me di cuenta que yo no era el más afectado… sino solo uno más,
y para ser franco mi problema no era el más grave, las colas de uno eran distinto
al del otro, pocos en el Nación y una inmensa cantidad de gente en el Macro… en
el banco había muchísima gente joven con problemas de caderas, deformaciones y
cada tanto yesos que reparaban fracturas… había dos, tres e incluso muchos más
que estas cifras… todos los días no era nada casual. Uno de esos días, al abrir
la puerta dejo pasar a una mujer con muletas, y le digo con una sonrisa casi
tonta acérquese a la caja no haga esta cola… “ud tiene prioridad”, la respuesta
me sorprendió en demasía… “Tranquilo que por más que nos apuremos acá los temas
no se solucionan”. Y era cierto, una persona que el sistema provoco un mal físico
me estaba tirando una gran verdad… esa gente no fue picada por un mosquito
tropical, o fue afectada por un virus, padecía lo que padecía por que en su
juventud tuvo carencias, y de las peores, las alimentarias… y por si fuera
poco, sabía que no estaba a su alcance solucionar nada haciendo ejercer su
derecho, solo se limito a sentarse y disfrutar el aire acondicionado que lógicamente
el banco privado si tenía y no el banco Nación.
La corrupción mata. Exigir
a cada uno lo suyo es un derecho que no puede ser dejado en quien no le
importa. La falta chica es tan perjudicial como la grande a la distancia. El respeto
debe primar siempre.
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