jueves, 23 de febrero de 2017

El Oro…


autenticas pepitas...
No hace mucho tiempo estuve hablando con un amigo y salió el tema del oro, él una persona jovial, pero de manera severa frunce el seño y comienza a relatar la siguiente historia…
Hace muchos años un viejo aborigen va a un zapatero remendón de la ciudad “El Dorado” en Misiones , ya que su pobre y desgastada ojota de goma se había roto, tanto el aborigen como el zapatero remendón, estaban apenados, ya que el viejo aborigen necesitaba su calzado, y el segundo porque sabía que el calzado no podría arreglarlo, así que el zapatero sin dudarlo saca unas sandalias de cuero para el pobre y viejo aborigen, este sin dudarlo no las acepta ya que si algo no tenia era dinero, pero el zapatero insistió que él no podía seguir sin sus ojotas e insistió con una sonrisa que ese era un regalo y que disfrutara el par de sandalias, el aborigen no tuvo más opción que aceptar el regalo y promete que ni bien el cuente con dinero vendría a pagar por el calzado.
Pasaron los meses y llega el viejo aborigen, respetuosamente le pide al zapatero unas horas para ir a buscar el pago por las sandalias por el regaladas, recorrieron muchos kilómetros y se adentraron en la selva, el lugar era sumamente bonito, y el zapatero ya ni pensaba en el pago, solamente disfrutaba del entorno, hasta que el viejo aborigen le dice aquí tiene su pago…
Había un montículo lleno de pepitas de oro… imagínese la sorpresa del zapatero, no comprendía nada, además quien ha visto un montoncito de pepitas de oro así… el aborigen pide que no tome todo, que tome solo lo que él consideraba como pago suficiente, que ese montoncito no era ni suyo ni de el, sino que de todos…
El zapatero remendón toma unas pepitas diciendo que se llevaba más de las que les correspondía por algo que según él solo había sido un regalo.
La historia cuenta que el zapatero remendón hizo su regalo con las primeras sandalias, y con las pepitas de oro que el tomo las vendió y con el producido compra material e hizo muchísimos pares para los chicos aborígenes y los chicos pobres… un día ya había entregado todos sus pares de sandalias de cuero y cuando la pena comenzó a hacerse grande, aparece el viejo aborigen a buscar al zapatero remendón para llevarlo a buscar nuevamente lo que por naturaleza era de él.
También se sabe que en Paraguay hay oro a simple vista, pero quien toma una porción superior a la que corresponde el oro se transforma en carbón.
En ese tiempo en el norte Argentino escuche a un hombre que contaba con más de 40 hectáreas de tierra, y solo deseaba una mínima proporción de lo producido, lo único cierto que pude comprobar es que ese hombre aun tiene esas tierras sin explotar.
Claro que no siempre se escuchan historias de primera mano, siempre aparecen por historias pero no se saben por un amigo, y el continuo…
Es común en la triple frontera Argentina, Brasileña, y Paraguaya que los comerciantes recurran al Oro como atesoramiento, y el tenia un amigo que debía estar un tiempo prolongado en nuestra Capital, así que decide dejarle en custodia una suma muy importante en oro, el pone el oro en una gran caja fuerte de su hotel, hasta el regreso de su amigo…
El dueño del oro paso por mil problemas, sus socios aquí en esta capital se quedaron con sus pertenencias, sus amigos se alejaron y quedo en una franca banca rota. Como es de esperarse el se alejo de todo lo conocido, puso en una misma bolsa a todas sus amistades y continuo con sus labores y se olvido por completo del oro, y volvió a tener casi todo lo que había perdido… pero un día luego de un tiempo más que prolongado este amigo que contaba todas estas historias decide llamarlo ya que le llamaba mucho la atención que no regresara por su Oro, este se sorprende gratamente, y la relación prospero aun mas… hasta que un día sin avisar volvió por lo que era suyo.  Mi amigo con una sonrisa me decía que el cada tanto le gustaba ver el esplendor de ese oro en su caja fuerte, el recuerda que durante todo ese lapso de tiempo, pudo ver crecer su hotel, y que desde ese tiempo nunca la ha ido tan bien.
Hay mil historias muy similares a estas, hay que ver las historias de ficción, de piratas o duendes, lo cierto, es que el oro tiene un papel preponderante en el aprendizaje de la gente, en el agradecimiento de la gente. El oro es el motorcito de esfuerzo y cuando se llega a el, solo depende de nosotros ver cómo nos movemos y que tanto bien hacemos por tenerlo o cuanto hacemos por no tenerlo.
El oro no es mi más ni menos que un juez que juzga nuestros actos… no es un elemento inerte, costoso, ni siquiera es un medio de cambio.
Alguien que lea este modesto relato si quedaran en las historias fantásticas, pero vayamos aun más lejos, vayamos a los alquimistas, que llevan a estas personas en la búsqueda de la transmutación del plomo en oro, cuando en su gran mayoría alcanzan al oro cuando ya no cuentan con la edad suficiente como para disfrutarlo(al menos eso se cree), y que sucede con el oro cuando lo alcanzan, muchas historias relatan que construyen Iglesias o generan muchas obras de bien, como el zapatero remendón…
Lo único cierto y valedero es la enseñanza que nos deja el oro… Ud no tiene alguien que haya aprendido algo con el?. Si es asi vera las buenas o malas acciones que se realizan, y que sucede con el Oro.
Hace un par de años leí historias relacionadas con el Oro, en un libro que habla de las criaturas que habitan nuestra tierra( criaturas burdas y criaturas sutiles), y había una de esas criaturas que se llamada “Tesoros”, los Tesoros, al igual que muchos otros elementos son acuñados con dulzura y guardados con un determinado fin, cuando esto ocurre eso elementos de valor toman una entidad propia y una vida por decirlo de algún modo que los protegen de los fines mundanos, y solo se revelan ante aquellos capaces de preservarlos. En estas circunstancias protegen a su protector, sin que el tesoro pierda entidad ni cantidad de elementos. Aquí es donde aparece mi amigo Hotelero, parece un hecho aislado, pero de una similitud abrumadora.  Y yendo más lejos aun el “Viejo Aborigen”, el descubrió la importancia de saber que ese Oro que encontró en el medio de la selva no era suyo sino de todos nosotros. Y encontró a una persona digna de hacer buen uso de él, siendo ejemplar en su accionar, el zapatero remendón.
El Oro y la Plata tienen un significado aun mayor y lejano, el Oro en la antigüedad era asimilado al Sol (Ra) y la Plata a la luna, es por eso que no es posible encontrar, Oro donde hay plata y viceversa. La Plata aunque no lo sepamos tan ampliamente, siempre estuvo relacionado con la medicina, e incluso hoy en dia los pequeños prospectos de pomadas medicinales aparezca el oxido de plata, y en los sonajeros  y mordiscos que usaban los niños de las clases pudientes fueran de Plata en el siglo pasado, se debía, hoy comprobado, que no generan micro organismos en ellos.  El Oro siempre estuvo en las ornamentaciones de Reyes y Faraones y no precisamente por ser costosos, sino por el vinculo que ellos tenían con los Dioses.  Mismo vinculo que tuvo la riqueza de los Templarios con sus monedas de Oro nunca encontradas.
De una forma u otra el Oro fue rector de nuestro destino, canalizando nuestras acciones y siendo rígido con nuestro accionar. Mas allá de este gran popurrí,  que hice con este artículo, piense en que piensa Ud. o los suyos con el dinero (el dinero sale precisamente por la incomodidad de transportar oro entre tantas cosas), para que fines tener dinero en abundancia, cuantos crímenes se evitarían por el papel moneda, o a cuanta gente se la perjudica por tenerlo. Las enseñanzas son las mismas, los elementos rectores siguen siendo los mismos. Ya tienen un elemento más que analizar y por el cual se debe aprender más, “nada es casual”.









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