viernes, 17 de febrero de 2017

Como empecé a bailar esta milonga…


Hace tan solo unos días, hice un pequeño recontó de cómo me fui incorporando al tema de la intuición, meditación, religiones comparadas, alquimia, espagírica, numerología, cábala, telepatía, mediunidad, textos y enseñanzas budistas, yoga, meditación, magia y una lista de temas por demás interesantes para mí.
Mi caso no es muy distinto al de otra gente donde se mete de lleno con alguna disciplina, sino que fue afortunadamente por un hecho casual.  Para quien no conoce mucho de mí, me presento en sociedad, soy argentino, de profesión abogado,  de 43 años y hasta hace algunos años era severo en aseveraciones,  mi ego era sumamente irritante, y con un “YO” social discreto.
Llegue gracias a una meditación y sin saber lógicamente a donde ella me llevaría. Era un grupo de  no menos de 100 personas, y fui muy afortunado con lo que la meditación me rebelo. Debo confesar que la estructura de mi personalidad y mis hábitos de lectura no eran los indicados para saber de estos temas, nada tenía que ver con libros de historia o literatura sindical, así que recurrí a devorar cuanto tema estaba vinculado a mi meditación. Madrugadas de lectura donde además de la enseñanza me generaban mil temas que debía leer y otros tantos que aprender. Todos por naturaleza caemos en un por qué determinado, y ese porque nos desvela aun mas debemos saber…
Como comprender en que verdades daban las cartas, un péndulo o determinado ritual, lo importante no es como, sino un ¿para qué?. Esta pregunta, simple si las hay nos llevaran indudablemente al nudo del problema del tema que se esté tratando, ver nuestra real situación, y no en un preconcepto o la justificación que damos de acuerdo a nuestra enseñanza o educación familiar.
A medida que la lectura avanzaba pude ver, y comprender situaciones vividas, y comprendí que no existe un único camino para llegar a la comprensión o verdad. Que conceptos cerrados aprendidos por años no sirven, y que siempre se puede estar mejor.
Así es que pude comprender sin saberlo, había realizado mi primer viaje astral (muchos años antes de todo esto), y gracias a el pude conocer un hermano fallecido. También ver el aura de la gente bajo ciertas condiciones, confiar en mi intuición y evitarme malos momentos, comprender la lectura de cartas, péndulo y por sobre todas las cosas comprender a toda la gente que esta en este gran mundo de conocimiento como lo llamo yo.
Tras todo este camino pude comprender que todo y a todos se le debe respeto, sino nada o gran parte de lo vivido por mí, nunca hubiera llegado.  Muchos hablan de maestros, de guias, de iluminados, pero sin respeto a ningún lado se llega.
Alguna vez me preguntaron por qué no me presento con nombre y apellido, y mi respuesta es muy simple, la gente se guía en las personas, y en las personas depositan su confianza, si no hay confianza en donde depositarla sino es en uno mismo. Ese es mi deseo que la gente confié en ella no en otra persona. 
Por mucho intentar conocer no se aprende mucho, en algún momento todo se aliña en algo, todo se va plasmando en una realidad única, con que aprender, con que guiarse, con que ser feliz.
Me llevo mucho tiempo comprender que todos somos importantes, que todos necesitamos de todos, que lo único virtuoso es lograr de si mismo una persona digna, respetuosa de la gente y la naturaleza, ir limando imperfecciones, imperfecciones nuestras o creadas por la gente, solo cada uno desde su propia baldosa puede ser mejor.
Hace ya mucho tiempo la persona que me introdujo en la meditación dijo: “…lo único importante de la meditación, es cuando se sale de ella”.  Y si es así, con la meditación y con todos estos temas.
Lo malo de todo si es que verdaderamente es malo, es que en todos lados, con todas las personas, existe lo bueno y lo malo, el conocimiento trasmitido (con lo que leemos y aprendemos), y todo a lo que apuntemos está plagado de bueno y malo, solo está en nosotros saber encontrar el verdadero camino.
Uds al igual que yo hemos vivido mil experiencias que no pudimos comprender, que nos han afligido o nos llenaron de felicidad infinita, sepan que esas cosas no suceden por azar, la casualidad no existe, todo tiene un por que, no se limiten por cuestiones religiosas, por conceptos familiares o culturales.
Solo existe una cosa que no se tiene tan en cuenta en estos tiempos, crean en uds, crean en lo que pueden lograr, disfruten todo cuanto puedan, y sean buenas personas por sobre todas las cosas.

Sean felices.

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